Fecha: 17.10.2012

Autor: Nacho Fuentes

Asunto: Canto de Agradecimiento a la vida

En ocasiones tenemos la inmensa fortuna de descubrir en nuestro peregrinar por la vida a personas que nos transforman y nos ennoblecen.
Cesar era una de estas increíbles personas. Colmado de humanidad, repartía a manos llenas simpatía y comprensión. Convertía cualquier situación, dentro o fuera del campo en algo positivo y grato, y lo hacía con humildad y sencillez.
Lejos de mostrar la pérdida y el dolor que cargaba en el alma, su permanente sonrisa y su comportamiento eran un canto de agradecimiento a la vida. Con su bondad y su alegría nos regaló lo mejor que tenía, a si mimo.


A petición de una madre del Club, trascribo las palabras que dije en el funeral

Parroquia de San Juan de Mata.
11 de octubre del 2.012

Sean estas palabras las de todos los padres y madres que durante estos años hemos confiado nuestros hijos al Club Deportivo Trinitarios, y especialmente a Cesar.

Al atardecer de la vida nos examinaran del amor.
Cuando llegue ante el Padre, este le preguntará.
“¿Cesar, qué me has traído?”

Cesar contestará sonriente.
“Te traigo el corazón lleno de nombres, cientos, miles de nombres, la mayoría de niños. Niños a los que di mi alegría, a los que enseñé Tus valores, y a los que ayudé a formarse como Hombres, corriendo tras una pelota, en un humilde campo de fútbol.”

El Padre sonreirá satisfecho; Y le abrazará con un abrazo de Amor, de Ternura, y de Dulzura infinita. Y en ese abrazo de Amor, de Ternura, y de Dulzura infinita Cesar vivirá para siempre.

Y vivirá también, y para siempre en nuestros corazones, en los que con su ejemplo y su sencillez ha hecho brotar un sentimiento perenne de gratitud.

Gracias Cesar.

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