EL ENTRENADOR Y LOS PADRES

18.05.2012 13:16

EL ENTRENADOR Y LOS PADRES

A menudo el entrenador de equipos de fútbol base, en categorías inferiores, es decir, desde prebenjamines hasta cadetes, se encuentra con la disyuntiva de los padres.

Como dice Javier Lavandeira, autor del blog "el futbol ofensivo" y del libro "el entrenamiento del fútbol ofensivo", : "los padres, para el entrenador del fútbol base es una variable mas, como la prensa para el entrenador profesional, que debe saber manejar". Creo que es una definición muy adecuada para que podamos colaborar con ellos y no sentirlos como un enemigo.

Hay que, obligatoriamente (a mi entender) tener una reunión con ellos al principio de temporada, fundamentalmente con los equipos de edades tempranas. En esta reunión se deben sentar las bases de lo que vamos a realizar a lo largo de la temporada y lo que vamos a solicitar de ellos. Es fundamental que entiendan que el niño cuando empieza no sabe jugar al fútbol, igual que los niños que empiezan el colegio no saben matemáticas o lenguaje o ciencias, hay que enseñarles y guiarles para que aprendan.

Hay que hacerles comprender que la competición es solo un aliciente para el aprendizaje y que no tiene que ser el único pretexto para jugar, la razón de jugar debe ser la progresión en el aprendizaje y el partido es una buena piedra de toque para verlo.

No debemos caer en el error, como entrenadores, de emocionarnos con la clasificación y dejarnos llevar por los resultados, el entrenador no debe de buscar su gloria personal, debe seguir con su método de enseñanza, sus frutos se verán mas adelante, siempre que el club tenga la misma idea en las distintas categorías.

Es verdad que es difícil, y más viendo todos los días la prensa deportiva donde los entrenadores, a veces directa o indirectamente son más protagonistas que los jugadores, y en el fútbol creo que no debe ser así.

Los clubes también tienen su parte de culpa en el comportamiento de algunos padres, tratan directamente con ellos, o incluso con el niño, para llevárselo de un club a otro, sin contar con el club de origen. Los padres creen que el niño les va a salir futbolista profesional y descuidan los valores que deben enseñar a su hijo y a los clubes que obran de esa manera. Estos valores son el compromiso adquirido con el club de origen, la humildad, el respeto y el compañerismo.

Los entrenadores tienen su piedra angular fundamentalmente el día del partido. Se juntan emociones de los niños, de los padres, del contrario, del árbitro y muchas veces son difíciles de encauzar. El entrenador es el

que debe tener la cabeza más fría, pedir respeto para el contrario, para el árbitro y solicitar (reunión inicial) educación y respeto a los padres.

Cuantas veces vemos en partidos de prebenjamines (6-7 años) padres exaltados, insultos al árbitro, partidos suspendidos por agresiones, y entrenadores que utilizan a jugadores, físicamente más fuertes que el contrario, para SOLO, ganar partidos. Los padres critican al arbitro, a su entrenador, al contrario, dan instrucciones a sus hijos y el niño ya no sabe que hacer. Ese niño que destaca en prebenjamines o benjamines, normalmente porque se desarrolla un poco antes, es llamado por los grandes clubes de la provincia, los papas se emocionan, el niño vuelve a ser utilizado para ganar los partidos mientras destaque, y cuando llega a infantiles y cadetes, no ha aprendido nada del juego del fútbol y como ya no destaca, ese gran club, igual que se lo llevó, lo desecha. El niño o deja el fútbol o acaba jugando en cualquier otro club o vuelve al de procedencia con las orejas de los papas agachadas.

Los entrenadores debemos decir a los padres que los niños lo primero que tienen que hacer es estudiar, que jugar a fútbol es una diversión, que le viene muy bien porque hacen deporte, combate la obesidad infantil, se les educa en valores como el compañerismo, el respeto, la amistad, la solidaridad y que sirve de distracción de otros problemas que puedan tener. El fútbol base no debe ser sinónimo de estrés, ni de crispación los días del partido, los padres deben animar a sus hijos, apoyarles cuando lo hacen bien pero sobre todo cuando fallan, relativizar la derrota y no darle ninguna importancia, en la vida son más importantes otras cosas como la familia, los amigos, esto es SOLO fútbol y debe ser DIVERSIÓN.

Espero que nadie se sienta ofendido, es sólo una pequeña parte de mis 20 años de experiencia al frente de equipos de fútbol base del CD Trinitarios. Que os guste y sirva de reflexión.

Quique*

*Diplomado en E. F., entrenador nivel 1 de fútbol y actualmente entrenador del equipo juvenil del C.D. Trinitarios.